1ra entrada del tercer mes.
Había sangre en mis manos y en mi camisa mientras esa maldita cosa me sujetaba del cuello. Se notaba la excitación en su mirada. Sus fosas nasales se hinchan al percibir la sangre que fluye por mi garganta, puedo ver cómo se detiene a observar la vena que resalta en mi cuello.
Entonces, en una fracción de segundo se da cuenta de qué pasa. Su rostro se torna lívido y sus ojos se vuelven completamente rojos de furia y sangre. Intenta apretar mi cuello para romperlo pero va perdiendo las fuerzas.
Cuando intenta zafarse se da cuenta que no tengo herida alguna y que toda la sangre en mi camisa y brazos son de él. Empieza a perder sus fuerzas mientras su mirada furibunda recuerda a una forja y me maldice apenas con un murmullo audible. Con un solo vistazo puedo ver su alma y sus pecados, es un ser peor que atroz, y sin embargo, no es tan malo como muchos humanos que he conocido, pero vampiros y humanos somos muy diferentes. Cada uno es monstruoso en su propio y retorcido estilo.
Cuando retiro la estaca de plata de su podredumbre a la que llama corazón, él es prácticamente polvo. Me retiro del lugar. Qué estúpido y qué confiado fue. Si vas a asestar un golpe mortal a tu víctima, asegurate de ser más astuto que ella, o al menos más rápido.
Christoper Odiseo VH.
Khan Medina
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